Se busca entre todos los amores

Se busca un amor y no por miedo a la soledad, sino por el deseo de compartir en ella.

Se busca un amor que no tenga como promesa un para siempre, sino un lo que dure.

Se busca un amor que no sea de películas, sino de vida real.

Porque sí, porque el amor que prometen, que prometemos, no existe. No hay algo como el amor verdadero más que el propio.

Y me encantaría que esto fuera un poema, pero poco sé de rima.

La soltería, mi fiel amiga desde tiempos remotos, ya se cansó de estar conmigo, pero todavía soy esa amistad ponzoñosa que no la deja ir.

Por eso, me he sumergido en esta búsqueda incesante de un amor, pero no cualquiera, quiero uno que sea digno de ser escrito en las memorables novelas del siglo XIX. Busco ese que no le da pavor sentir, entera y apasionadamente, los minutos y segundos que perdure.

Pido que se me acerque aquel que tiene la capacidad de hacer encrespar cada rincón del torso; que llena de lágrimas los ojos de quien no lo ve y tenga ese aroma de lluvia del que nadie se puede zafar.

Que escapemos a los rincones más remotos y divinos de la tierra; que nos besemos hasta surcar los mares llenos de estrellas que hacen vida en el infinito de los sueños.

Que los sueños nos acompañen mientras dure nuestra unión y que nos lleven a ser los ladrones de suspiros y de mimos, pero de esos que son reprimidos.

Que reprimamos las promesas vacías, esas que nos venden las taquillas y que lo único que juremos sea la lealtad de los momentos compartidos y el perdón de los que se irán.

Vayamos juntos o separados, el amor y yo nunca podremos ser uno, porque en este mundo, cada uno vino a brillar.

Pero sin duda, busco un amor que haga resplandecer nuestras ilusiones y que nos sumerja en nuestras eternas y fogosas pasiones.

Porque entre todos estos amores, busco uno que sea para mí y para él, que sea compartido, que sea vívido, que de pie a conversaciones de amantes de medianoche y burbujas de divorcios de mediodía.

Entre todos los amores que hay en este mundo moderno, busco uno que sepa sumergirse en las profundidades y flotar en las superficies.

En definitiva, ¡sí!, busco un amor del que ni tú ni yo conozcamos, porque solo ese rima y me da cosquillas, porque solo es ese el que puedo permitir y el que merezco.

Así que entre todos los amores que busco, te quiero encontrar a ti.